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Zonas litorales

Alicante: costa sur

Comunitat Valenciana

Límite sur de la Comunitat Valenciana, en la provincia de Alicante: de Santa Pola a Pilar de la Horadada

En este bello tramo de la costa mediterránea se suceden extensas playas de arena fina con sistemas dunares, calas y ensenadas. Navegando al abrigo de torres vigía, se podrán visitar museos flotantes y recursos asociados al mar y la sal. 

 

Antes de independizarse, Santa Pola, que se asienta en una bahía protegida de los vientos de levante por la sierra de su nombre, fue la Puerta de Elche; no en vano los romanos llamaban Portus Illicitanus a este poblamiento fortificado, que se construyó en bastión contra las incursiones piratas.  Pero su eterna vocación fue siempre el mar y desde bien pronto sus habitantes dejaron constancia de su vocación mediterránea, como demuestran la casa y la factoría romanas de salazón. De sus antecedentes militares dan cuenta el castillo-fortaleza, centro neurálgico de la población, que acoge hoy el museo Arqueológico y Pesquero. Y las torres defensivas que eran los puntos de vigilancia de la costa. Casi 15 kilómetros de playas y calas son un seguro de felicidad para miles de veraneantes que añoran durante todo el año estas aguas cristalinas y transparentes. 

Las actuales Salinas de Santa Pola conformaron antiguamente una gran zona húmeda conocida como la albufera de Elche, que abarcaba casi toda esta llanura. Hoy las salinas son parque natural, todavía con importante función industrial, son el paraíso de los flamencos que hasta aquí llegan en colonias de hasta 8.000 individuos. 

A vista está la preciosa isla amurallada de Nueva Tabarca. Aunque oficialmente pertenece al municipio de Alicante, esta Illa Plana se encuentra más próxima a la costa de Santa Pola, desde cuyo puerto parten las "golondrinas" que cubren las escasas tres millas que la separan. Estas 43 hectáreas de tierras, en medio del mar, apenas tienen más de doscientos años de historia habitada, pero han sido dos siglos de constante lucha y supervivencia. Hoy, los fondos marinos que rodean la isla son una Reserva Marina que salvaguarda su enorme riqueza natural: grandes praderas de Posidonia oceanica, que propician la existencia de todo tipo de peces, como barracudas, meros, sargos, serranos, pajeles o pulpos.  

Por Guardamar desemboca el río Segura, que llega extenuado por los ingenios que han ido trabando su camino. Una fecha marca fundamentalmente la historia de Guardamar del Segura, que es vieja, pues conoció asentamientos íberos y supo del paso de los árabes como indica su nombre propio. En 1829 un fuerte terremoto asoló el pueblo, que se ubicaba dentro de un recinto amurallado y en torno a un castillo. Nada quedó en pie de la villa medieval y fue necesario inventar un nuevo espacio urbano para lo que se trasladó la vida a un lugar más cercano al litoral, en la suave pendiente que caía al mar. Desde entonces son las dunas litorales quienes han dado una cultura propia, un auténtico bosque mediterráneo que corre paralelo a la costa.

Camino de Torrevieja, otro tesoro de esta tierra son las Salinas de la Mata, donde se encontraron los restos de un embarcadero romano, y las de Torrevieja, unos 3 metros por debajo del nivel del mar. Un complejo lagunar que, según la luz y la estación, cambia de color. Pero además, este mágico espacio de aguas rosadas es clave para la alimentación del centenar de familias de aves censadas, que constituye su verdadero tesoro. Unas se detienen su viaje hacia África mientras otras pasan aquí el invierno. Quizá la más atractiva sea el flamenco rosado, que utiliza las salinas para reposar y alimentarse durante su paso migratorio. 

La mar y la sal han marcado el destino de Torrevieja. El puerto escribe lo mejor de su historia, pues fue sede de la flota de veleros más importante del Mediterráneo, hasta la mitad del siglo XIX, conservando los últimos ejemplares y los más recientes testimonios de los marinos, que a vela surcaron todos los mares de los cinco continentes. Hoy en día se siguen exportando desde su dársena alrededor de un millón de toneladas de sal, convirtiéndose en la principal productora europea. Cuba fue siempre un buen mercado para la sal de Torrevieja, de ahí nació el aire habanero de la población que se demuestra en su Certamen Internacional de Habaneras. 

Orihuela, rodeada de una feraz huerta, mira el mar desde lejos. Y como un regalo al visitante le recibe con su soberbio palmeral. En sus calles y plazas se aprecia su nivel cultural y su condición de ciudad tranquila y sabia, huertana y moderna. El catálogo de su patrimonio es interminable: conventos, palacios, casonas señoriales, santuarios, iglesias, bibliotecas públicas...

En Pilar de la Horadada se acaba este recorrido náutico por costa de la Comunitat Valenciana hasta su extremo sur. O también empieza, porque todo es un juego de nunca acabar, de rumbos y caminos distintos. Todo depende aquí del litoral: la población, los ciudadanos, la industria, el turismo, el ocio; una tierra de unos diez kilómetros que se extiende entre la urbanización de Las Mil Palmeras y el Escull del Mojón, ya en tierras murcianas. 

 

En este tramo de costa encontrarás los siguientes puertos:

- Santa Pola: Puerto deportivo de Santa Pola (Club Náutico)Marina Miramar

- Guardamar del Segura: Marina de las Dunas

- Torrevieja: Marina Salinas de Torrevieja, Puerto deportivo Real Club Náutico de TorreviejaClub Náutico Marina Internacional

- Pilar de la Horadada: Puerto deportivo Torre Horadada

- Orihuela: Marina Cabo Roig, Dehesa de Campo Amor 

Más información sobre destinos náuticos en la provincia de Alicante: www.costablanca.org

 

Adaptación del texto: Desafío en el Mare Nostrum: viaje por los escenarios náuticos de la Comunitat Valenciana (Generalitat Valenciana. Conselleria de Turismo).

 

Alicante: costa sur

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